La ciudad de Bucaramanga implementará un plan de militarización este 31 de octubre para garantizar la seguridad durante la celebración de Halloween. Este año, se espera que conductores de motocicletas y automóviles disfracen sus vehículos y participen en caravanas que recorren las principales vías de la ciudad. Sin embargo, en años anteriores, estas festividades han ocasionado congestión en el tráfico y diversas situaciones de desorden público.
Para mitigar estos problemas, la Alcaldía ha diseñado un “plan candado” que involucra la participación de 1.200 agentes de la Policía Metropolitana y uniformados de la Quinta Brigada del Ejército. También se desplegarán 635 cámaras de vigilancia en puntos estratégicos para supervisar el orden en las calles. “La gente puede salir a los centros comerciales y a los parques a disfrutar, pero cualquier acción que afecte el orden público será sancionada”, advirtió el alcalde Jaime Beltrán.
A lo largo de los años, las caravanas impulsadas por diferentes influenciadores han llevado a un caos en la ciudad, donde las normas de tránsito y seguridad a menudo se ignoran, aumentando el riesgo de inseguridad. “Para el 31 de octubre, hemos establecido una serie de estrategias y objetivos en colaboración con el general de la policía. Nuestro plan es militarizar todas las entradas y salidas de la ciudad”, agregó Beltrán.
Además, se anticipó a las acciones del gremio de motociclistas, que ha promovido una caravana en la noche de Halloween. Estos conductores planean publicar el punto de encuentro solo minutos antes de la movilización para evadir la atención de las autoridades. Con estas medidas, Bucaramanga espera mantener la calma y seguridad durante la festividad.
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