De soldado a pastelero: la nueva vida de Óscar López entre harinas y sueños

 

Después de 20 años en la vida militar, Óscar López Cala dejó atrás los operativos y la rutina castrense para emprender un camino lleno de sabor y nuevas metas. Su arma hoy es una espátula, su uniforme un delantal, y su campo de batalla una cocina donde hornea esperanza.

A través del programa de formación en pastelería del SENA Regional Santander, Óscar descubrió que sus manos, entrenadas en disciplina, también tienen talento para la repostería.

“Nunca imaginé que sería pastelero. No sabía manejar un computador, pero aquí descubrí otra forma de servir al país”, cuenta con orgullo.

Desde aprender recetas hasta dominar temperaturas exactas para hojaldres y cremas, Óscar ha transformado su vida con dedicación, demostrando que siempre se puede empezar de nuevo.

Gracias al SENA, cientos de personas como él están encontrando nuevas oportunidades para reinventarse y aportar a sus comunidades con talento y emprendimiento.

“Óscar es un ejemplo de cómo la formación puede abrir puertas y construir nuevas realidades”, asegura el oficial primero Germán Gómez Plata, del Distrito de Incorporación Naval N.º 7.

Hoy, mientras se alista para graduarse, Óscar ya sueña con abrir su propio negocio. Porque cada pastel que decora, cada pan que hornea, es una muestra de resiliencia, cambio y amor por Colombia.