En un tenso encuentro correspondiente a la fecha 17 del torneo de la Liga BetPlay, Atlético Bucaramanga visitó a Boyacá Chicó en Tunja, donde los leopardos buscaban una victoria que los mantuviera con posibilidades de clasificar a los cuadrangulares finales. Bucaramanga, que necesita sumar en sus tres encuentros restantes, se vio en medio de decisiones arbitrales que desataron la furia del técnico Rafael Dudamel.
El partido estuvo marcado por dos polémicos penales a favor de Boyacá Chicó y un gol anulado al Bucaramanga en el último minuto, lo que generó controversia entre hinchas, jugadores y, especialmente, en Dudamel. En la rueda de prensa posterior al partido, el técnico no se contuvo y lanzó duras críticas hacia los árbitros, acusándolos de haber perjudicado a su equipo de manera vergonzosa.
“Hoy sencillamente, tanto Wilmar Roldán, árbitro principal, como Keyner Jiménez, han pasado a formar parte de la historia nefasta del fútbol colombiano”, expresó Dudamel visiblemente molesto. “Nosotros valoramos el esfuerzo de ustedes, periodistas, porque también forman parte de esta dinámica y se ven perjudicados. Hay que contar la historia con pena, porque es un ejemplo que nuestros hijos no deben seguir”, enfatizó.
En un mensaje contundente, el entrenador agregó: “Vergüenza les debe dar a estos tipos, llegar a la casa y ver a sus hijos a la cara, sin moral, sin vergüenza alguna. Deben sentir pena por lo que han hecho. Debería darles vergüenza llegar a su casa”.
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